Remedios Naturales para el Glaucoma
EI glaucoma es una enfermedad que afecta al nervio óptico y es una de las principales causas de ceguera total en personas mayores de 40 años que se podría evitar con una detección a tiempo.
El glaucoma se origina por la presencia de un exceso de líquido (humor acuoso) dentro del globo ocular (que es como una pequeña pelota blanca) lo que causa una presión por encima de lo normal (presión intraocular no confundir con presión arterial); situación que provoca un daño del nervio óptico.
La acumulación de líquido se debe a que existe demasiada producción de fluido o a un drenaje inadecuado de éste. Por ello, se presentan dos tipos principales de glaucoma:
De ángulo abierto: Ocurre cuando la entrada de líquido en el globo ocular es excesiva lo que aumenta la presión. El daño es lento y es difícil que la persona lo note inicialmente (asintomático)pero, a medida que la enfermedad evoluciona, observará un “oscurecimiento” de la visión periférica (visión en túnel). Otros síntomas son dolores de cabeza leves, pero crónicos, necesidad de cambiar frecuentemente la prescripción de los lentes y/o ver halos alrededor de la luz eléctrica. Esta forma de glaucoma representa el 90% de todos los casos
De ángulo cerrado: Ocurre cuando los conductos oculares que permiten la salida de fluidos se constriñen o se endurecen lo que produce un exceso de líquido que no pueda salir con facilidad del globo ocular. Suele provocar dolor en el ojo (especialmente durante la mañana), visión borrosa, ver halos alrededor de las luces, e incapacidad de las pupilas de adaptarse a la oscuridad. Igualmente, se puede sufrir de dolor fuerte en las sienes y vómitos.
Los factores de riesgo para desarrollar glaucoma son:
Diabetes
Miopía severa
Antecedentes familiares de glaucoma,
Tomar medicamentos corticosteroides principalmente en forma de gotas (colirios), ya que destruyen las estructuras colágenas del ojo.
Fumar
Lesiones oculares previas o una intervención en el ojo.
Remedios populares
Remedio para la glaucoma #1 Verter 2 cucharadas de semillas de hinojo en 1 taza de agua que esté hirviendo. Tapar y dejar refrescar. Tomar 1 o 2 tazas diarias.
Remedio para la glaucoma #2 Hervir, durante 5 minutos, 1 cucharada de muérdago seco en 1 taza de agua. Pasado ese tiempo, retirar del fuego y dejar refrescar. Tomar 1 taza diaria.
Remedio para la glaucoma #3 Lavar, pelar y picar 2 zanahorias grandes y colocar en una licuadora junto con 1 vaso de agua. Tomar un vaso de este jugo al día. La vitamina A de la zanahoria es esencial para la formación de pigmento purpúrico visual, sustancia necesaria para la visión nocturna.
Remedio para la glaucoma #4 Practicar gimnasia ocular Para ello, se debe parpadear 20 veces durante un minuto, seguidas de respiraciones profundas (repetir el remedio varias veces por día).
Remedio para la glaucoma #5 Lavar un puñado de arándanos y colocar en una licuadora junto con medio vaso de agua. Licuar y tomar un vaso al día. Los arándanos contienen flavonoides que son nutrientes necesarios para evitar que los ojos sufran aún más daño. También sirve para la retinopatía diabética.
Remedio para la glaucoma #6 Hervir un puñado de flores de manzanilla en 1 litro de agua durante 10 minutos. Pasado ese tiempo, retirar del fuego y dejar refrescar. Realizar baños oculares con esta infusión si se siente los ojos inflamados.
Remedio para la glaucoma #7 Hervir, durante 10 minutos, 1 puñado de semillas de hinojo y 1 cucharada de ginkgo biloba en 1/2 medio litro de agua. Tomar a lo largo del día. El hinojo contiene zinc el cual se considera que ayuda a retardar la pérdida de la visión
Remedio para la glaucoma #8 Frotar un poco de gel de áloe o sábila obtenida de una hoja fresca de la planta, junto a una cantidad igualmente pequeña de látex jugoso recogido de una planta fresca de algodoncillo. Colocar un poco de esta mezcla entre los dedos pulgar e índice y pasar entonces suavemente sobre los párpados cerrados, hacia las esquinas del ojo, pero nunca, bajo ninguna circunstancia, se debe frotar directamente sobre el ojo.
Recomendaciones
Hacer ejercicio con regularidad. Según estudios realizados, las personas con glaucoma de ángulo abierto que hacen ejercicio al menos tres veces a la semana pueden disminuir la presión infraocular un 20% o más, pero, si lo dejan de hacer, la presión vuelve a subir. El ejercicio parece que no aporta los mismos beneficios a las personas que tienen glaucoma de ángulo cerrado.
Evitar someter a los ojos a estrés prolongado, como, por ejemplo, ver televisión, leer y utilizar el ordenador durante largos períodos de tiempo. En estos casos, se recomienda, dejar descansar los ojos regulamente, Para ello, se debe levantar los ojos cada 20 minutos y enfocarlos durante un minuto, más o menos, en algún objeto distante.
Evitar el humo del tabaco, el café, el alcohol, la nicotina y todas las bebidas que contengan cafeína.
Evitar tomar medicamentos con corticosteroides, pero si es necesario hacerlo, se deben tomar la menor cantidad durante el menor tiempo que pueda. Si ya se sufre de glaucoma, se debe evitar, por completo, este tipo de medicamentos.
Consumir alimentos ricos en vitamina C como las frutas cítricas (naranja, toronja, mandarina, etc.) y el kiwi. Según varios estudios esta vitamina disminuye la presión intraocular. El secreto de la eficacia de la vitamina C podría radicar en el papel que desempeña en la formación del colágeno necesario en la estructura ocular.
Acudir cada dos años a realizarse una revisión oftalmológica para lograr un diagnóstico a tiempo. En el caso de tener antecedentes familiares con este problema u otros factores de riesgo, se debe hacer con mayor frecuencia.
Acudir, de inmediato, al centro médico más cercano si se pierde la visión bruscamente (como si una cortina negra cubriera el ojo), durante pocos minutos y sin dolor, ya que puede ser un preaviso de un infarto cerebral sin relación alguna con el glaucoma.